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Aug 07
Escasez de agua

Escasez de agua. De que hablamos y cómo nos afecta quedarnos sin agua.

El agua NO es un recurso inagotable y la estamos cagando, literalmente.

Entender sobre el agua, la importancia del agua para la vida, los retos que representan un riesgo para la disposición y sostenibilidad respecto al Agua; es algo clave que todos necesitamos preguntarnos hoy, más que nunca. Hace algunos años he estado interesado en el GRAN tema que es “El Agua”. Si bien todos sabemos, vemos y entendemos que es el agua, la mayoría no entendemos con claridad, cuál o cuales son los problemas, cuál es el más importante y/o urgente, como cada uno de nosotros puede aportar en la solución de estos retos. Pensando en llevar una conversación ordenada de mis propios aprendizajes, decidí compartir parte de la información que me ha permitido tener mayor claridad acerca del tema y se ha convertido en conocimiento base para tener mayor claridad sobre dónde quiero profundizar mi entendimiento y acciones cotidianas.

La importancia del agua para nuestra vida y planeta.

Lo primero es recordar que, SOMOS principalmente agua. La clínica Mayo y diversas fuentes de información nos recuerdan que el agua es el “ingrediente” predominante en nuestro cuerpo. En promedio, representa un 60% de nuestra humanidad y aunque, este porcentaje varía por causas genéticas (Mujeres 50%, Hombres 70%), edad y estilo de vida, entre otros factores, dependemos de ella para el desarrollo de las funciones más esenciales de nuestra biología, además de encontrarla en altas concentraciones en la sangre (95%), el cerebro (85%) y los ojos (95%).

Mirando desde una perspectiva más amplia, sabemos bien que el agua también es un componente predominante en nuestro planeta. Más del 70% de nuestro planeta es agua. alcanzando un 70%. Y es importante conocer cómo se distribuye para entender la necesidad de cuidarla:

  • El 97% es agua salada de los océanos. No apta para consumo humano.
  • El 3% restante es agua dulce. Pensaríamos que de esa consumimos, pero no. Porque de ese 3%:
    • Cerca del 69% se encuentra en forma de glaciares, nieve o hielo. 
    • El 30% está bajo tierra.
    • Y solo queda por contar el 1% del agua dulce, que proviene de los lagos, los ríos y la lluvia. ¡De esta consumimos!

Fuentes: Visual Capitalist; USGS

Y, ¿cómo consumimos ese 1%?

  • El 70% se usa en la producción agrícola. En el regiones con menor desarrollado, esta cifra llega al 90%. Y, aunque muchos países no reportan sus volúmenes anuales, India, China y Estados Unidos son los mayores consumidores.
  • 17% tiene uso industrial. Principalmente relacionado con la generación de energía termoeléctrica, nuclear y en la producción de combustibles fósiles. Estados Unidos es el líder global en el volumen del consumo, doblando los registros de China, que ocupa el segundo lugar. 
  • Y el 12% restante tiene uso doméstico. Es el agua más visible para nosotros. El consumo global lo lidera China, seguida de Estados Unidos (a pesar de tener una población mucho menor) e India en tercer lugar.

En medio de este panorama de consumo y estrés del recurso (mayor demanda que lo disponible), es muy interesante entender que nuestro continente ostenta el liderazgo global en disposición de agua dulce renovable, proveniente de sus cuencas hidrográficas y acuíferos subterráneos (situación soportada, en gran medida por Brasil).

Ciertamente, esto no nos extraña, pues con frecuencia escuchamos que nuestros países lideran muchos rankings en materia de biodiversidad y riqueza natural. A diferencia de otros continentes, y de los 2.1 billones de personas que no tienen acceso a fuentes de agua seguras para el consumo, muchos de nosotros no hemos presenciado o experimentado la escasez del agua durante nuestra infancia ni juventud.

Sin embargo, en poco tiempo las circunstancias climáticas y geopolíticas han cambiado de tal manera, que no tenemos (los humanos) garantía (ni derecho) de pasar como espectadores sobre los principales desafíos que enfrentamos. Nos necesitamos a todos.

Por eso, no sorprende que el ínteres vaya en aumento, como sociedad, en entender y tomar acción frente a la sostenibilidad del agua, desde nuestra esfera de influencia, nuestras acciones y prácticas del día a día. 

Según un estudio realizado por la agencia de investigación de mercados Urban Group en 2021, estas tres fueron palabras clave y las búsquedas más utilizadas por las personas en Latam sobre asuntos de sostenibilidad:

  • Medio Ambiente
  • Cambio climático
  • Energía Renovable

Nuestros intereses como región también se reflejan en búsquedas relacionadas con términos como reciclaje, economía sostenible o hashtags como #crueltyfree. Y, es que, examinando la lista de más de 20 palabras, se puede ver que más del 40% tienen relación directa con el agua (Gestión eficiente del agua, agua potable, Contaminación del agua, Huella hídrica, entre otras).

Y, a pesar de que la agenda es tan amplia como merece, e incluye asuntos desde el deshielo de los glaciares andinos y su desaparición en las próximas décadas (que afectaría, cuando menos, el suministro de agua en ciertas zonas del continente), hasta la justicia ambiental. 

Los retos cerca de todos

Hay retos que están tan cerca, tan evidentes a los que todas las personas de América Latina somos susceptibles a vernos afectados, sino, es que ya nos está afectando directamente. Por mencionar algunos que abordaremos de manera detallada en otros desarrollos:

Chile y México dentro de los principales países en riesgo de estrés Hídrico.
La sequía en Argentina que genera un efecto crítico en su economía y sociedad.
Crísis de microprocesadores que afecto todas las industrias por una de las principales causas la sequía de Taiwan.
El riesgo de conflictos geopoliticos por los retos y escases que viven muchos países.
Exportamos agua en forma de hortalizas. Ejemplo: 1 Kilo de Aguacate, necesita 1000 Litros de Agua aproximadamente para su producción, se merece su apodo “oro verde”.

Enfrentamos una realidad indiscutible: el agua, la esencia de la vida y el recurso natural más valioso de nuestro planeta, está en riesgo. Si bien es cierto que la Tierra está compuesta principalmente de agua, la cantidad que realmente podemos utilizar para nuestras necesidades diarias es mínima. Y a medida que crecen nuestras poblaciones y nuestras economías, esa pequeña porción está bajo una presión cada vez mayor.

Cada uno de nosotros consume agua de muchas maneras, a menudo sin darnos cuenta. Desde el agua que bebemos hasta la que utilizamos en la producción de alimentos y procesos industriales, cada gota cuenta. A medida que las poblaciones crecen, también lo hace la demanda, agravando aún más el estrés del agua.

Los cambios climáticos y las presiones geopolíticas están acelerando la urgencia de estos desafíos. En algunos lugares, la sequía está amenazando economías enteras; en otros, los recursos de agua dulce están siendo agotados a un ritmo insostenible. Las tensiones están aumentando, y en el futuro, podríamos ver conflictos surgir sobre este recurso vital.

Este es el panorama que nos espera si no tomamos medidas ahora. Las acciones colectivas, la consciencia colectiva es una de las fuerzas que mayor impacto tiene, y la única en la que podemos confiar para resolver estos retos. Pero el cambio es posible, y está en nuestras manos. Todos somos parte del problema, pero también todos somos parte de la solución, realmente. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la protección y conservación de nuestro recurso vital, agua. 

Pero ¿cómo podemos actuar? Podemos comenzar en casa, utilizando el agua de manera eficiente y consciente. Podemos educarnos a nosotros mismos y a los demás sobre la importancia del agua y los desafíos que enfrenta. Podemos abogar por políticas que protejan y conserven nuestros recursos hídricos. Podemos apoyar a empresas y organizaciones que están trabajando para enfrentar la crisis del agua.

Ninguno podemos ignorar el contexto. Actuar es nuestra única real oportunidad.

Como comenté, la realidad es que no podemos darnos el lujo de ignorar este problema. El agua es vital para nuestra supervivencia, para nuestra salud y para nuestras economías. Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de enfrentar un futuro sin suficiente agua, realmente insostenible, invivible. 

No es suficiente dejar este problema en manos de los políticos o de las empresas. Esta es una responsabilidad que todos compartimos. Cada gota cuenta, y cada acción que tomemos hoy puede marcar la diferencia para el futuro de nuestro agua.

El agua es nuestra vida, nuestra salud y nuestro futuro. Cuando pienso en los retos para los que educar a mi hijo para su futuro, sin duda para ser una buena persona, responsable, noble, recursivo, generoso, creativo y todo lo demás. El que más me reta pensar es como educarlo para luchar por su sobrevivencia en un contexto insostenible que creamos, los que estuvimos antes que él.

El camino a seguir no se encuentra solo en regulaciones estrictas, abstencionismo o adaptarse a cambios extremos. En su lugar, debemos aprovechar al máximo las herramientas que nos proporcionan la innovación, la ciencia, la investigación y los avances tecnológicos. Al unir fuerzas y trabajar juntos, podemos abordar y superar estos desafíos de manera efectiva.

Creo que por ahora, podemos contar con información esencial que nos ubica en dónde estamos y en la indiscutible importancia de entender y tomar acción para el cuidado de este recurso que no es más que el cuidado del bienestar y vida plena de nosotros y nuestras familias. Un agradecimiento por la revisión y comentarios a mi amigo Xoan Fernández, quién ha venido profundizando en este tema y trabajando en soluciones respectivas, pronto compartiré más de su trabajo.

Algunos enlaces para los que deseen profundizar: 

@andreherca

About The Author

Construyendo: holaflexio.com. Apoyando grandes personas, creando grandes compañías. Hoy motivado por: Product and Growth Strategy. Productividad de las PYMEs, Alimentación Consciente, Sostenibilidad y Agua.

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