Inspirado en el libro: Focus – The Hidden Driver of Excellence by Daniel Goleman
Uno de las áreas que me mantiene interesado, e intentando mejorar activamente se trata de “enfocarse”, la “atención” o “concentración”. Una herramienta clave para el desarrollo personal y el cumplimiento de objetivos en este camino de aprender a vivir, logrando aumentar la productividad en el día a día.
Caminando por una librería mientras compraba libros con mi hijo me encontré con el Libro: Focus: The Hidden Driver of Excellence. El autor Daniel Goleman es uno de mis autores favoritos desde su obra maestra Emotional Intelligence; siendo este último uno de los libros que más marco mi vida, lo leí cuando tenía 15 años y fue una de las primeras lecturas que combinaban una narrativa interesante con una profundidad científica sobre los procesos anatómicos que participaban en el proceso de emociones desde el Sistema Límbico. En ese momento recuerdo que mi imaginación estaba fascinada dibujando los procesos como si fueran actores de un cuento que pasaba en mi cerebro.
En fin, esa apreciación por Daniel Goleman sumado al hecho de que el título: “Focus”, me atraía, me impulso a su lectura. Debo decir que hubo un pensamiento interno que me motivo en la última milla de la decisión, fue un pensamiento como: “que tendrá que decir Daniel Goleman sobre un tema que ha sido tan abordado últimamente por tan buenas lecturas como Hábitos Atómicos de James Clear y en general por otro gran autor de mis lecturas predilectas como Deep Work de Cal Newport”. Esa suma de pensamientos eran un movimiento imparable, que me motivo a su lectura. Pronto espero compartir sobre estos otros dos libros que comento.
¡No me decepcionó!
Sin embargo debo decir que el libro es: “muy Daniel Goleman”. Denso, extenso y en algunas partes repetitivo. A mi me gusta, pero no es para todos.
Los puntos más importantes de la lectura para compartir desde mi parecer, es poder traer a primer plano el hecho que la atención es como un músculo mental que se desarrolla con ejercicio e intención. Sin duda no es algo con lo que podemos decir que nacemos o no, de igual manera la oportunidad de fortalecer esta capacidad esta en todos y requiere pequeños esfuerzos que nos acerquen a ello. Es parte de ese entrenamiento personal que nos ayuda a ser más productivos en distintos ambientes y escenas de la vida.
Lograr dominar las técnicas de enfoque nos brindan una gran ventaja para lograr resultados especificos, mantener espacios de energía productiva para avanzar en nuestras metas y entender que hay momentos en los que requerimos pausas, cambiar nuestro contexto y recarganos para darle paso a nuevos momentos de concentración y alta productividad.
Las 3 que más han impactado mi vida y sigo aprendiendo sobre ellas son:
- Practicar la Atención Plena (Mindfulness). En cada momento estar en atención plena a ese espacio de tiempo y contexto.
- Establecer Metas Claras (Pequeñas). Una cosa a la vez.
- Practicar la Gratitud. Vivimos en un contexto de gran bendición, reconocer y agradecer.
Las 10 técnicas claves para mejorar la capacidad de enfocarse, son:
- Practicar la Atención Plena (Mindfulness): Practicar la atención plena regularmente puede ser una forma efectiva de mejorar la concentración. Esto implica prestar atención al momento presente, a los propios pensamientos, emociones y entorno, sin juzgar.
- Gestionar las Distracciones: Ser consciente de las distracciones, especialmente las tecnológicas, y tomar medidas para reducirlas. Esto puede incluir apagar notificaciones de los móviles, crear un entorno de trabajo agradable y tranquilo o asignar momentos específicos para revisión de mensajes y la carga de mensajes que nos llegan día a día.
- Tomar Descansos(Pausas): Hacer pausas cortas durante periodos de trabajo nos apoya mejorar la concentración a largo plazo. Alejandonos de la tarea en estos lapsos y provocando un espacio de cambio y recarga.
- Ejercicio Físico: Hacer ejercicio físico regular puede tener un impacto positivo en la capacidad de concentración al mejorar la salud cerebral.
- Establecer Metas Claras (Pequeñas): Establecer metas claras y enfocarse en una tarea a la vez. Dividir un proyecto grande en tareas más pequeñas y manejables también ayuda a mantener el enfoque.
- Practicar la Empatía y la Conciencia Social: Esforzandonos por conectar con las emociones y necesidades de los demás, podemos mejorar nuestro enfoque en las relaciones interpersonales, lo que a su vez puede llevar a un entorno de trabajo o doméstico más armonioso que favorezca la concentración.
- Ejercitar la “Atención Abierta”: Es un estado en que logramos estar relajados y receptivos, permitiendo que la mente haga conexiones creativas. Esta es una habilidad que puede ser útil en momentos en que necesitas pensar de manera creativa o resolver problemas. Abrirnos a a la observación y la exploración.
- Uso de Técnicas de Respiración: Usar técnicas de respiración para calmar la mente. Al centrar la atención en la respiración, logramos más fácil enfocarnos de manera efectiva.
- Autoconciencia y Autogestión: Ser conscientes de nuestras propias emociones y saber cómo manejarlas es fundamental para mantener la concentración, especialmente en situaciones estresantes o retadoras.
- Practicar la Gratitud y el Optimismo: Mantener una actitud positiva y ser agradecido con la vida, nuestro contexto, la salud y las oportunidades que se nos presenta es algo fundamenta para mejorar el estado de ánimo y, en consecuencia, la capacidad de concentrarnos. Ver el vaso medio lleno, levantar la mirada y ser conscientes de la fortuna que nos rodea. Todo pasará y llegaremos a un un mejor momento sea cual sea el contexto.
Cada uno tenemos un camino por mejorar, diferente al de cualquier otra persona. Es el reto de tener que desarrollar la propia academia de nuestra vida. De mi lado sigo en el camino de aprender a vivir.
by @andreherca